* (1) -> Tú
* (2) -> Tu mejor amiga.
* (3) -> Tu JUMP favorito
* (4) -> El JUMP favorito de tu amiga.
* (5) -> El mejor amigo de tu JUMP (tiene que ser del mismo grupo)
* (6) -> JUMP random 2
*(7) -> Otro jump que te guste
* (8) -> JUMP random 1
Capitulo 4:
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?- pregunto preocupada (2),
agarrando por un hombro a su amiga para que se girara a ella.- Estas pálida.
¿Quieres que nos alejemos un poco?
(1) aun seguía en shock, mirando fijamente a una parte del
escenario. El concierto ya estaba llegando a su fin, por lo que algunas
personas ya se estaban preparando para salir, incluso algunas ya se habían
marchado. Apretaba su pecho con fuerza y respiraba fuertemente. ¿Qué había sido
eso? ¿Era casualidad que llevara el mismo colgante? Bueno, podía ser posible,
ese collar se vende por todas partes, pero, ¿Por qué una persona como él, que
se podría comprar cualquier cosa más cara que ese colgante de mercadillo, lo
llevaba puesto?
Las piernas le flaqueaban, su corazón palpitaba tan fuerte
que hasta le dolía. Cogió su bolso y salió del estadio, ya era de noche, por lo
que las farolas y demás luces estaban encendidas. No sabía a dónde se dirigía,
pero solo hacía más que correr y correr. Necesitaba pensar. Sola. Se había
olvidado de su amiga, solo podía pensar en él y el collar. ¿Por qué le daba
tanta importancia? Porque era él. De entre todos era él.
Paro de correr y se sentó en la banca más cerca que tenia,
se encogió de piernas y escondió la cabeza entre ellas, hasta que noto que su
corazón tomo el ritmo normal y se tranquilizo. Miro un momento alrededor. Genial, ¿Dónde me he metido? Saco el
móvil de su bolso para encontrarse con 20 perdidas y varios mensajes de su
amiga. Lo leyó, y cuando ya tenía limpia la entrada intento llamar a su amiga,
saliéndole el contestador. Descolgó y se
fijo que las rayitas de cobertura no estaban. Movió varias veces el móvil para
pillar cobertura pero nada. Super guay.
Metió el móvil de nuevo en su bolso y salió del parque.
-Pero será tonta.- susurraba (2), marcando una y otra vez
el numero de su amiga.- Vamos, ¡cógelo!- colgó y volvió a apretar su número.
El concierto ya había acabado, justo después de que (1) saliera corriendo. Había tardado como media hora para salir del estadio. Y
justo cuando lo había conseguido empezó a llamarla. Había estado una hora como
mínimo intentando localizarla, y no se quería mover por si su amiga volvía, a
parte, no se conocía el camino de vuelta a casa y no tenía el número de su
amiga japonesa.
-¿Dónde te has metido?- las manos le temblaban, a esas horas
hacia un frio matador. Estaba metida en un rincón intentando que el frio no le
tocase tanto.-Por favor, cógelo…
Un ruido de una puerta cerrarse hizo que saliera del rincón,
poniéndose a un lado de la acera para ver si pasaba alguien por ahí. Se oían
voces y pasos, cada vez más cerca.
-…no ha estado mal.- decía una voz grave.
-¡A la próxima hagamos una cosa nueva!
Cada vez se acercaban más, pero justamente la esquina que
daba a la entrada al personal, las voces se desviaron. Ahora se alejaban, y
solo se oían pasos.
Cuando al fin se mostro la persona por el foco de luz, a (2) se le resbalo el móvil de las manos. El que tenía delante, era, era, (4).
Caminaba por las calles más estrechas que podía elegir. Las
farolas no alumbraban mucho y la mitad estaban rotas, así que no sabía
exactamente qué camino coger. Iba colina arriba, eso lo sabía, pero no sabía en
qué parte. Y la cobertura no volvía.
Estaba helada, hacia todo lo posible para no arrastrarse por
el suelo de lo congelada que estaba. Intento abrigarse con la poca ropa que
llevaba, ya que se trajo poca por el calor que hacía por la tarde.
Llego a lo que parecía ser una villa, entonces miro hacia
atrás, se había tragado por lo menos toda una colina, no se veían casi ni las
casas, aparte de que la niebla no le dejaba ver con claridad. Se acerco a una
de las grandes casas y se sentó en los escalones de la entrada. Se abrazo las
piernas para darse calor, pero lo único que conseguía era tener más frio y
sueño. Estaba tan cansada de andar tanto que los ojos se le cerraban y daba
cabezaditas, pero un foco le alumbro de lleno, cegándola por un momento. Oyó
como cerraban la puerta y pisadas hacia ella. Aun no podía ver nada y entre el
sueño y el cansancio, se le dificultaba aun mas para mantener los ojos
abiertos, hasta que no pudo más y se desplomo. Lo único que oyó antes de perder
la consciencia fueron unos pasos acercándose rápidamente y una voz.
Seguía ahí parada, en la misma posición. El chico tampoco se
había movido ni un centímetro. Tenía una gran bufanda negra y roja cubriéndole
el cuello y parte de la cara. Una larga chaqueta le llegaba hasta las rodillas.
-Mierda, pensaba que se habían ido todas.- Se coloco bien la bufanda
y se acerco un poco más a ella.-Su cara
me suena.-dio unos pasos más hasta que vio la cara de la chica. – ¡Eres tú!
(2) puso cara de no entender,
entonces recordó el día que fue con su amiga a entregar un paquete.
-¿El de los libros eras tú?- tras
la afirmación del chico su corazón empezó a latir deprisa. ¿Había estado tan
cerca de él y no lo había notado? Intento no alterarse mucho y recogió su móvil
del suelo, lo miro por si había alguna llamada de su amiga y suspiro.
-Gracias por lo del otro día.-
dijo (4), destapándose la boca y dedicándole una sonrisa. Cuando esta le iba
a contestar su móvil empezó a sonar, descolgándolo rápidamente.
-¿Si?
-¿(2)?- hablo una voz ronca desde el otro lado del teléfono.
-(1)! ¿Dónde estás? ¿Estás
bien?- las palabras se le cruzaban de lo nerviosa que estaba. (4) la miraba
extrañado al mirar como hablaba.
-Tranquila, estoy bien, unas personas muy amables me han recogido.
-¿Cómo que te han recogido? ¿Qué
te ha pasado? Dime donde estas que voy.
-Estoy en una pequeña villa, no sé cómo se llama, pero no debe de estar
muy lejos de ahí.
-No te preocupes, ya veré yo como
llegare.- Tras esto colgó, cogió una gran bocanada de aire y se giro hacia el
chico.-Perdona… ¿me podrías acompañar?
-¿Ya estas mejor?- pregunto una
mujer entrando con una bandeja a la habitación.
-Sí, gracias.- (1) se incorporo
en la cama, esperando a que la mujer le dejara la bandeja sobre sus piernas.
-Esta sopa te vendrá bien, te
dará calor.- aparto un mechón de pelo y lo guardo detrás de su oreja. –Que mona
eres.- ante esto, (1) se sonrojo, metiéndose cuidadosamente la cuchara de
sopa.
-Perdón…- dijo al no poder
aguantar más.
-¿Si?- contesto con una sonrisa.
-¿Dónde está el baño?- pregunto
avergonzada. La mujer se empezó a reír, la saco de la cama y le señalo la
puerta del final. Le dio un suave empujón, con una pequeña sonrisa y bajo
escaleras abajo.
Empezó a recorrer el pasillo,
contemplando los cuadros y las esculturas que estaban de decoración. Había un
cuadro que le llamo la atención y le gusto muchísimo. Una geisha estaba tocando
la flauta travesera debajo de un árbol de cerezo, haciendo que los pétalos la
rodearan. Siguió su camino hasta dar con la puerta, abriéndola de golpe. Cuando
levanto la mirada para dar un paso se encontró con la espalda de alguien. La
cabeza la tenía tapada ya que se estaba secando el pelo con una toalla. Este,
al notar la presencia de alguien se giro.
-Te he dicho much…
Un grito sonó por toda la casa.
Cerró la puerta de un portazo y se fue corriendo a la habitación donde estaba
hace un momento. Se metió dentro de las sabanas y se tapo hasta arriba. Poco
después se oyó como la puerta se abría.
-Oh, perdona, te indique mal.-una
mano se poso sobre su cabeza debajo de la manta.- Es la que estaba al lado.- La
destapo del todo y la volvió a sacar de la habitación.- Ve.
Y volvió a cruzar el pasillo, se
detuvo delante de la misma puerta, y tras oír como se acercaba a ella, dio un rápido
spring y se metió en el baño.
-No me puede estar pasando esto a
mi.- No paraba de dar vueltas alrededor de la alfombra.-Estoy en su casa. En la
casa de (3). En su baño. Su habitación queda al lado. Dios, ¿Qué hago?
Después de hacer lo que tenía que
hacer en el baño, asomo la cabeza por la puerta, y tras ver que no había nadie,
la cerro cuidadosamente detrás de sí, y con paso sigiloso cruzo la esquina que
daba al pasillo. El sonido del picaporte al girarse hizo que se parara en seco,
tiesa.
-Oh, hola.- saludo (3). La otra
levanto la mano.- ¿Ya estas mejor?- le pregunto, acercándose a ella y
colocándose a su lado. Lo único que hizo fue asentir con la cabeza y esnifar
todo el olor que desprendía. Olía tan bien.- Me diste un susto cuando te
encontré desmayada, pensaba que te había pasado algo.- (1) se animo, y giro lo
que faltaba para mirarle de frente. Estaba sin camiseta, con unos pantalones de
pijama y por si fuera poco, con el pelo mojado. Los colores se le subieron
enseguida. Se fijo que una cadena le rodeaba el cuello, hasta dar con el
delfín, se lo quedo mirando fijamente hasta que (3) se dio cuenta, y con una
sonrisa le hablo.
-Es un regalo de una persona
especial.- agarro el colgante con una mano y la apretó contra su pecho.
(1) por una parte estaba
aliviada, ella no podía ser la persona especial, era la primera vez que estaba
tan cerca de él, pero por otro lado estaba triste, ya tenía a alguien. Agacho
la cabeza, tenía los ojos llorosos y no quería que él lo notara, pero fue otra
vez subida por unos finos dedos que le agarraron por el mentón. Ambos se
miraron fijamente a los ojos, y cuando al fin parecía que alguno de los dos
quería dar el paso para hablar, el timbre sonó, y acto seguido varias voces se
escuchaban desde el piso de abajo.
-¿Dónde está (1)?- esa era la
voz de su amiga. Y entonces volvió a mirar donde estaba y con quien. Al verse
tan cerca de (3) se asusto. Le quemaba la cara de lo sonrojada que estaba. Se
alejo de él, se inclino en forma de disculpa y bajo a buscar a su amiga. Tras
esto, el también lo hizo.
-¡(2)!- al bajar los últimos
escalones se tiro encima de su amiga, hundiéndose en un cálido abrazo con ella.
-Dios, me tenias muy preocupada.-
le acaricio el pelo.
-No importa, ya estoy bien.
-Muchas gracias por cuidar de
ella.-(2) se acerco a la señora de la casa y se inclino, agradeciéndole.
-No me tenéis que dar las gracias
a mí, yo no la encontré.- dijo la señora, haciendo ademanes con las manos.
-¿Quién fue?- pregunto (2).
-Yo- dijo (3) bajando las
escaleras.
-Ya decía que la casa me sonaba.-
hablo por fin (4), que se había quedado en un rincón del recibidor.
-¿Qué haces aquí?- pregunto (3). Este se levanto los hombros, y luego hecho la mirada hacia ellas.
-¡(4)!/¡(3)!- gritaron ambas
a la vez, se miraron entre ellas sorprendidas y luego empezaron a cuchichear
entre ellas.
-¿Así que fuiste tú quien la
salvo?
-¿Salvar? Si solo la recogí de mi
portal.
-Pero la cuidaste.
-Eso lo hizo mi madre.
-Bueno, ¡pero la metiste en tu
casa!- grito (2) de los nervios.
-Eso sí.- sonrió traviesamente y
se puso al lado de su amigo.
-¿Qué os parece si nos sentamos
todos? Puedo preparar chocolate, así vais hablando un poco.- la señora les
empujo a todos hacia el gran comedor, haciendo sentar a las chicas sin que
pusieran ninguna replica.
Que emoción!! no me puedo imaginar lo que sigue. Continua por favor!
ResponderEliminaruiiiiii ya se empieza a liar la cosa!! *__* Está muy interesante. Quiero seguir leyendo *3*
ResponderEliminarasdfghjgkj verlo recién bañadito....
ResponderEliminarsigue, sigue por favor^^
HOOOOOOOOOOOEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE POR DIOS MORI COMPLETAMENTE CON LA ESCENA DEL BAÑO Y DESPUES IMAGINAR *EN MI CASO A KOTA* SOLO CON EL PANTALON Y CON EL CABELLO MOJADO *W* EN SERIO ESTE FIC ESTA GENIAL COMPLETAMENTE >OOO< QUIERO LA CONTI XFA!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarNooooooo!!! me muero!! imaginarme asi con Takaki es mas halla de cualquier cosa!!
ResponderEliminarEste fic esta re genial!! por favor siganlo!! ♥