[Fanfic] Cap 12.- Vacaciones.



* (1) -> Tú
* (2) -> Tu mejor amiga.
* (3) -> Tu JUMP favorito
* (4) -> El JUMP favorito de tu amiga.
* (5) -> El mejor amigo de tu JUMP (tiene que ser del mismo grupo)
* (6) -> El mejor amigo del JUMP de tu amiga(tiene que ser del mismo grupo)
*(7) -> Otro jump que te guste
* (8) -> JUMP random 1
* (9) -> JUMP random 2
*(10) ->Otro de los mejores amigos de tu JUMP
*(11) -> Otro JUMO

-¿Qué quieres decir?- pregunto (3) un poco mosqueado.
-Nada, nada.
-No, ahora continua- (8) se mantenía alejado de la conversación, acurrucado en la silla viendo la conversación.
-Que no es nada, de verdad, ya lo sabrás en su momento.- le contesto con esa sonrisa de pillín.
-¿La conocemos?- pregunto el marginado, uniéndose a la conversación. El asintió con la cabeza.- ¿Quién es?
-Eso ya no lo voy a decir- se estiro de nuevo a la cama, fijando la vista en el techo. (3) resoplo un poco enfadado, ya sospechando de quien seria, pero intento no darle importancia y siguió cambiándose.
-Por cierto- continúo el reciente.- ¿Sabes que dentro de unas semanas nos vamos de viaje?
-¿Ah si? ¿Dónde?
-A una casa de verano de Yuma, el otro día se ofreció a que pasáramos las pocas vacaciones que tenemos ahí.
-Oh, ¿y nos dejan? Quiero decir, ¿no teníamos mas proyectos?- siguió el mas anfitrión.
-Ya, pero como se retrasaron los conciertos tenemos un poco de tiempo libre.
-¿Qué harás con (1)?- pregunto (7).
-Pues, supongo que la dejare con mi madre.- contesto el otro, teniendo una mínima de posibilidad de llevársela, pero luego pensó en lo que paso en la casa de (5) y descarto la idea.
-¿La vas a dejar sola?- siguió insistiendo el otro. (3) asintió con la cabeza.- (2) se sentirá muy sola y puede que se cabree.
-¿(2) va a ir?- (7) asintió con la cabeza. Ya había pasado bastante tiempo desde que habían venido, así que miro su reloj: -¡Vaya! Que tarde es, ¿verdad (8)? - se levanto de la cama mientras estiraba los brazos.-Es hora de irse.-miro a (8) para que se levantara y luego miro a (3).
-¿Ya os vais?- pregunto (1) apareciendo por la puerta. (8) fue el primero en reaccionar tirándose encima de ella, dándole un abrazo. Cuando su mirada choco con la de su compañero se puso colorada, apartándola de golpe, acariciando la cabeza del otro que la estaba abrazando.
-Si, tenemos que ir a comer- contesto (7), mirándola fijamente. El dueño del cuarto miraba todo esto desde el otro lado de la cama, se rasco la cabeza y la rodeo, poniéndose en medio de ellos dos.
-Nosotros también tenemos que bajar a comer, os acompañaremos hasta la puerta.- (8) ya se había despegado de ella pero no se apartaba de su lado, es mas, hasta le cogió de la mano antes de hacer el recorrido a la entrada.
-¿Vendrás, verdad?- le pregunto el chico antes de irse junto a (8), pero la otra no le dio tiempo a contestar a que venia, por que ya se estaban alejando cuesta abajo.

-¿Te gusta (1)-chan?- le pregunto a su amigo. El otro solo sonrió. -¿Sabes que a él también le gusta, no?
-Bueno, esperare un poco a ver lo que pasa, pero si (3) no hace nada me lanzare yo.
-Tampoco hemos avisado a (4)-chan sobre el viaje, no sabes si va a querer que venga (2), ya sabes lo que pasa en esas fiestas.- continuo (8).
-Estas muy preguntón, además… - se pararon en medio de la carretera-… menudas maneras son esas de saludar, te has tirando encima de ella nada mas verla.- (8) metió las manos en los bolsillos y siguió caminando.- ¿También te gusta (1)?- salió corriendo hasta ponerse a su lado.
-No- sonrió encarándose a él.- solo que me hace mucha gracia las caras que ponéis.
-¿Entonces (2) tampoco te gusta?
-No
-Eres un chico muy raro.- le dijo (7), pero después sonrió y siguieron caminando hasta su otro destino.

-¿Qué ha querido decir con el “vendrás”?- le pregunto (1) después de que el otro cerrara la puerta.
-Ah, nada.- camino hasta la cocina, encontrándose a su madre.
-Ya casi esta la comida- le sonrió, poniendo la sopa en tres platos. (3) se dirigió directamente a la nevera, cogiendo una cerveza y sentándose en uno de los taburetes.
-¿Quiere que le ayude?- pregunto (1) apareciendo por el umbral de la puerta con las mangas remangadas.
-Claro que si- le señalo uno de los armarios que justamente estaban encima de (3).- saca de ahí los vasos, y después, de este cajón, los cubiertos, y vedlos colocando en la mesa, cariño.
(1) se dirigió a donde estaba (3), esperando a que se apartara, pero este solo siguió dándole sorbos a la cerveza.
-¿Te puedes apartar, por favor?- le pregunto un poco mosqueada. Su madre los miraba desde el otro lado de la cocina.
-(3), cielo, ¿Qué te tengo dicho de beber antes de comer?- (3) aparto la lata de cerveza pesadamente y se levanto con desgana, abrió el armario y saco los vasos.
-Toma- dijo cortante. Volvió a coger la cerveza y se perdió por la puerta.
-¿Pero que le pasa?- pregunto en alto la chica, mirando por donde había salido.
-No te preocupes, a veces esta de mal humor. Últimamente anda muy estresado.- pero no la escuchaba, seguía ahí de pie, pensando en la actitud que había tenido con ella y en lo que había cambiado a la situación desde que había llegado. – ¿(1)?
-¿Eh?
-¿Estas bien?
-Si, si- coloco la mesa todo lo rápido que podía y subió al piso de arriba.
Mientras cruzaba el pasillo iba pensando mentalmente en las posibles escusas que podía decir para hablar con él, y no se dio cuenta de que ya estaba delante de la puerta hasta que no le oyó hablar.
-¿Si?- se le escuchaba. (1) iba a contestarle, pero se corto al oír como seguía hablando.- No te preocupes. Si. La llevare, que remedio… espero que no cause problemas.- El sonido del botón de descuelgo fue la señal de que ya había acabado de hablar con la otra persona.
¿Qué quería decir todo la conversación? ¿A quien se refería? Cuando ya se iba a dar media vuelta la madre del mayor los llamo para comer, abriéndose la puerta de inmediato.
-Mierda…- mascullo por lo bajini, sintiendo un escalofrió por toda la espalda.
-¿Qué haces aquí?- le pregunto el otro. Ella siguió de espaldas a él.- ¿Has escuchado todo lo que he dicho?- asintió con la cabeza lentamente, después, sintió como la agarraba del brazo y la metía a la habitación.
-¿A quien te referías con todo esto?- (3) se sintió un poco frustrado, útilmente las cosas no le salían demasiado bien. -¿Hola? ¿Me quieres contestar? ¿No tendrá nada que ver conmigo, no?- siguió cuestionando la otra
-Si, últimamente todo lo que pasa tiene que ver contigo- le contesto.
-Oh, pues tranquilo- dijo mordazmente, mientras  se dirigía a la puerta.-Ya no te causare MAS problemas.- salió de la habitación y fue directamente a la cocina. La madre de él los llamaba desde el comienzo de las escaleras al ver que nadie bajaba.
Siempre tenia que acabar igual, con peleas, con enfados. Cerro la puerta tras de si y tomo el mismo camino que la chica.

Los otros dos pequeños, después de salir de la casa de (3), tenían planes de salir a comer fuera, pero a (8), no se le ocurrió otra idea que ir a casa de (4) y comer todos juntos. Y así fue, ahora mismo se encontraban delante de la casa del chico, llamando al timbre varias veces.
La casa parecía vacia hasta que un par de pasos se dirigieron hacia donde estaban, abriendo la puerta.
-¡(2)-chan!- grito (8) al ver quien había abierto la puerta. Esta, por la impresión dio un pequeño gritillo, pero después, al ver quien era, correspondió al abrazo.
-¿No esta (4)?- pregunto (7), entrando a la casa.
-Esta duchándose.-cerró la puerta tras ellos y los siguió hasta el comedor. -¿Qué hacéis aquí?- pregunto ilusionada, sentándose en el medio de los dos, revolviéndoles el pelo.
-Pues nada, estábamos pasando por el barrio y hemos pensado en haceros una visita, ¿verdad (8)?- sonrieron los dos, intercambiándose miradas de complicidad.
-¿Quién era, (2)?- apareció (4) por la puerta, vestido con ropa de casa y con una toalla en el pelo. Cuando vio a ambos se quedo parado donde estaba, preguntándoles con la mirada. (8) le saludo con la mano y el otro con una sonrisa.
-¡Han venido a verte!- exclamo emocionada, pasando ambos brazos por el cuello de (8), ya que (7) se había levantado, llevándose a (4) a la cocina.
-¿Nos podemos quedar a comer?
-¿Eh? ¿Y lo preguntáis así de golpe, sin avisar antes?- (7) se llevo varia miradas matadoras, no por el simple echo de que ellos estén ahí, si no que el que tenia que cocinar era él,  y no se le ocurría nada.
-No te preocupes, ayudaremos con la comida.- salió de la cocina y volvió a sentarse al lado de (2).
-Ya, claro.
-¡(4)-chan!- le llamo (8).- Te tengo que contar una cosa.
-¿Qué pasa?- dijo el otro, sentándose en un sofá individual.
-Yuma nos ha vuelto a invitar a su casa de verano.
-¿Enserio?
-Si, dice que vayamos dentro de dos semanas.-(2) estaba un poco chocada con todo esto. ¿Yuma?
(4) se mantenía callado con la cabeza gacha, en otra situación habría dicho que si de seguida, pero… deslizo su mirada hasta donde estaba (2), pillando de seguida (8) lo que quería decir con eso.
-No te preocupes, pueden venir- sonrió el pequeño. La chica no sabia donde estaba ni de que hablaban. Miro a todo a ver si alguno le contestaba pero seguían a los suyo.
-¿De que va todo esto?- pregunto ya, pero ninguno le contesto. Se cruzo de brazos y siguió escuchando la conversación.
Se pasaron un buen rato hablando sobre el tema de las vacaciones y del trabajo, mientras la chica solo estaba ahí de adorno, sin saber que decir. Hasta que se les hizo  un poco tarde y aun no había comido, dirigiéndose todos a la cocina para comer algo.

La situación en casa de (3) no había cambiado mucho. Después de comer cada uno se encerró en su cuarto. Ninguno de los dos había intercambiado palabra en la comida. (1) estaba enfadada por el trato del otro, y él, pues no tenia ni idea de por que estaba enfadado.
Siguieron sin hablarse hasta varios días después, si no fuera, por que (1) le pregunto donde quedaba la tienda más cercana, ya que su madre no estaba en casa para preguntarle a ella.
Y así paso una semana. (3) recibía llamadas de (9) preguntando la situación o si había pasado algo, preguntando también si le había dicho algo a la chica sobre el viaje, pero sabiendo lo cabezón que era su amigo dudaba de que lo hubiera echo, regañándole de que era un niño pequeño y que se comportara de acuerdo a la edad que tenia.
- Esta bien, esta bien, se lo preguntare.- le contesto.
-Acuérdate de que salimos este jueves, así que espabila- y tras decir esto colgó.
-Muy bien…- soltó un bufido y tiro el móvil a la cama.
Salió del cuarto esperando encontrándosela en la habitación, pero no estaba. Se acercó un poco a la cama.
-Todo huele a ella…-se acercó a la mesita de noche, encontrándose un foto enmarcada. Solo reconoció a (1) y a (2), aparte de ellas también había otra chica y un chico muy alto. Lo volvió a dejar en el sitio y bajo las escaleras a ver si la encontraba en el piso de abajo, pero solo se encontró con una nota.
“He salido a comprar, volveré dentro de un rato”
Miro la hora, las 7:30 pm, ¿Cuánto puede tardar en comprar? Cogió las llaves del coche y camino al garaje. Estaba lloviendo con una fuerza bestial, aparte del aire fresco que le acompañaba, creando un ambiente donde no querrías salir de casa.
Monto en el coche un poco mosqueado y lo arranco, tirándose cuesta abajo.

(1) estaba en uno de los porches de las tiendas, estaba mojada de arriba abajo con varias compras.
Un par de jóvenes un poco borrachos se acercaron a ella. Tenían varios tatuajes en la cara, llenos de piercings y con una sonrisa para nada amable. Se pusieron a su lado, mirándola de arriba abajo con una mirada lasciva, riéndose entre ellos.
-¿Quieres que te ayudemos, guapa?- le pregunto uno de ellos, acercándose peligrosamente.
-No, gracias.- se excuso la otra, retrocediendo lentamente.
-No tengas vergüenza.- siguió el otro, pasandole un brazo por la nuca. (1) no sabía donde meterse, intento zafarse pero solo consiguió que las compras salieran esparcidas por el suelo. –Estas muy mojada – continuo, metiendo la mano por la espalda. –Si quieres, vamos a mi casa y te sacas estas ropas.- esto se lo dijo muy cerca del oído.
Le temblaban las piernas. Intentaba no llorar y aguantarse, pero pensar en lo que le podrían hacer estos hombres le daba miedo.
-¿Tu que piensas, Sawamura?- giro la cabeza para mirar a su amigo pero lo único que recibió fue un puñetazo, rompiéndosele la nariz y sacando grandes chorros de sangre.- ¿Qué haces, idiota?- exclamo, tocándose la nariz.
(3) agarro a (1) posesivamente de la cintura, apartándole un mechón de pelo y acurrucándole entre su pecho. Esta, al ver que ya estaba segura, echo a llorar, agarrándose fuertemente a su camiseta, que ya estaba empapada.
-¿Estas bien?- le pregunto el otro, pasando de los otros dos. Uno estaba tirando en el suelo con varios golpes, y el otro, estaba con la nariz partida. Sentía como la chica temblaba. Miro de nuevo con asco al que le había pegado antes. Hizo que la chica se metiera en el coche y se agacho a la misma altura que el otro. Lo agarro de la camisa y lo levanto.- Como te vuelvas a acerca a mi chica, no te romperé la nariz, si no que te partiré las piernas.- Lo empujo de nuevo al suelo y recogió la poca compra que podía, junto con el bolso y se metió en el coche.
(1) estaba acurrucada en el asiento, abrazándose las piernas. Arranco de nuevo el coche y se dirigió a toda prisa a su casa.

-¿Ya estas mejor?- le pregunto la madre de (3) saliendo con una taza de chocolate. Ella asintió con la cabeza, agarrando el chocolate. (3) estaba al lado suyo, mirándola cada dos por tres por si necesitaba algo.
-Gracias- susurro ella al estar ya solos en la habitación.
-Avísame cuando vuelvas a salir a comprar.
-No vas a estar siempre detrás de mí, no eres un perro. – contesto la otra.
-¿Pero no entiendes que no puedes salir tu sola?- continuo.
-¿Y porque no?- dijo cabreada.- ¿Voy a estar aquí encerrada siempre?
-Es que no entiendes la situación.
-¿Qué situación?
-Al ser extranjera te consideran mas fácil que las demás, deberías de vigilar en que sitios te metes.- Ella callo, dándole otro sorbo al chocolate.- Por eso, hasta que no te acostumbres a todo esto, no es conveniente que salgas sola.- Se levanto de la cama, no sin antes arroparla.- Por cierto….- hablo antes de salir de la habitación.- ves preparando las maletas y toda la ropa de verano que tengas.
-¿Eh?- dejo la taza de chocolate vacía en la mesita y se acurruco en la cama.
-Dentro de dos días nos vamos de vacaciones.

-¿Y que mas me llevo?- pregunto (2), abriendo el armario, viendo las prendas de ropa que se dejaba.
Encima de la cama tenia varias maletas empezadas, y en el resto, bikinis, camisetas, vestidos, pantalones cortos, todo eso, esparcido por toda la habitación.
(4) entro en el cuarto para avisar de que ya estaba la comida hecha.
-¿Pero que…?- se tropezó con varias camisetas que no le dejaban abrir del todo la puerta. -¿Qué haces?- le pregunto, pero lo único que recibió fue una parte de arriba del bikini que dio de lleno en toda la cara.
-Oh, mira donde estaba.- se acercó rápidamente a él, sacándole el bikini.- Estoy haciendo la maleta, ¿estas ciego?
-¿No es un poco tarde? Salimos esta tarde, ya te puedes ir dando prisa.- Salió de la habitación dejando la puerta abierta.

Pasajeros con destino a Osaka, salida en quince minutos por el anden 10.
Pasajeros con destino a Osaka, salida en quince minutos por el anden 10.
La tele comunicadora repetía una y otra vez los destinos, haciendo desplazar a la gente a su andén correspondiente.
Un grupo de jóvenes estaban distribuidos a lo largo de los asientos.
-¿Cuánto falta?- pregunto (10), que estaba sentado al lado de (5), mirando su reloj cada dos por tres.
-Me lo has preguntado hace diez segundos.- le contesto.
-Deja de estar nervioso- rio (6), que estaba  sentado detrás de (10).
-Me lo dices tu, que no paras de moverte como si estuvieras tocando la batería.- contraataco.
-Callaos ya- dijo ya un poco cabreado (5), cruzándose de brazos.
-Mira, ya esta llegando el tren- aviso (1), haciendo que todos se levantaran de los asientos.
Las parejas para sentarse quedaron así:
(6) y (11) en asientos de dos. (9), (5), (7) y (8), en una mesa de cuatro. (1) y (2). Y los últimos se esparcieron a lo largo del vagón. Los de la mesa de cuatro se pasaron el viaje jugando a las cartas, (6) y (11) hablando sobre la música y los instrumentos. Mientras que (3) iba estudiando, (4) y (10) se quedaron dormidos por el trayecto. Las otras dos miraban emocionadas por la ventana, esperando llegar al destino.
El sonido del teléfono hizo que todos lo que estaban dormidos despertaran.
-¿Si?- pregunto (4).
-¡Hola!- grito Yuma desde el otro lado del móvil.
-¿Qué pasa?
-Solo avisaros que os esperare en la casa, ¿ya sabéis llegar solos, no?
-Claro, claro, no te preocupes.
-Hasta ahora.
-¿Qué pasa?-dijo (5), asomando la cabeza de entre los asientos.
-Nada, que vayamos directamente a su casa.- guardo el teléfono y volvió a intentar dormirse.
Pasajeros con destino Osaka, llegada a destino en diez minutos, por favor, vayan con calma a la hora de salir. Espero que hayan disfrutado de nuestros servicios. Pásenselo bien.
-¿Ya hemos llegado?- le pregunto emocionada (2) a su amiga.
-Eso parece.
-¿Esto es Osaka?-pregunto un poco sorprendida.
-Estamos por la parte de afuera. Zona veraniega.- le contesto (6) girándose hacia ellas.- Aquí normalmente es donde viene la gente rica para pasar el verano.

Todos salieron del tren. La estación daba justamente a una distancia muy próxima de la playa.
-Menos mal que la casa de Yuma queda cerca, si no, no iría caminando.- hablaba (7), tirándose la maleta a la espalda.
-Eres un vago, eso es lo que pasa.- le dijo (8), arrastrando la maleta.
La casa de Yuma quedaba cerca de  la estación, era una de las casas más grandes de la zona rica. Sus padres eran grandes empresarios, pero últimamente tenían tanto trabajo que no tenían tiempo, así que le dejaban esa casa a su hijo para que estuviera tranquilamente con sus amigos.
-Cada vez, me sorprenden mas las casas a las que voy- dijo (1), mirando la gran fila de casas que se perdían hasta el final de la calle.
(4) se acercó al timbre, pasando en medio de ellas. Nada mas tocarlo apareció Nakayama por la puerta principal con una sonrisa. Todos se acercaron a saludarle mientras que las otras se quedaron atrás apartadas.
-Y ellas son (1) y (2)- las presento (8) con una sonrisa, mientras que los otros se apresuraban a dejar las maletas en las habitaciones.
-Encantado.- dijo el, extendiendo la mano a (1). (2) se mantenía ahí, de pie, mirándole fijamente, y su amiga, al darse cuenta, le dio un suave empujón.
-Gracias por dejarnos estar en tu casa.
-Espero que os lo paséis bien, si queréis, ahora os enseño donde os quedareis.- Ambas asintieron con la cabeza, entrando en la casa.
-Podrías disimular un poco mejor.- le hablo por lo bajini (1).- Vaya, que bonita que es.
Era una casa de un solo piso, y las únicas escaleras que había, que eran de caracol, subían hasta el desván, donde lo habían convertido como una especie de terraza para tomar el sol.
-Aquí es donde os quedareis, poneos cómodas.- les abrió la puerta a su habitación, tenía cuatro camas, una en cada esquina.

Arreglando y preparando la habitación se le hizo la hora de cenar.
Todos habían preparado una barbacoa al gran jardín, (7) y (5) se encargaban del fuego. (9), (8) y (10) de preparar la mesa. (4), (11) y Yuma de arreglar los asientos, mientras que (3) traía leña.
-Si ahora pusiéramos una lagartija o una lombriz en la parrilla, ¿en que se convertirían?- dijo (7), dándole la vuelta a un trozo de carne.
(3) había dejado los últimos troncos al lado de la parrilla, sacudiéndose las manos.
-En una lombriz chamuscada.- acabo (7), riéndose.
-Que chispa- dijo con ironía (5).- Es tan malo que hasta me rio de ello.
Las chicas aparecieron justo en el momento donde ya colocaban la comida.
-Si que habéis tardado en salir.- dijo (6), colocando los platos a cada uno.
- No se tu, pero esa casa parece un laberinto- dijo quejándose (2), sentándose al lado de su amiga, que ya había tomado asiento.
Pasaron la cena entre risas y bromas. A (10) se le había caído la salsa picante en la salsa brava, pero no había dicho nada, colocándola en el centro de la mesa. (11) fue el primero en untar el pan en ella, siendo seguido por la mirada del otro.
-¡Pica, pica!- tiro el pan al plato y empezó a beber a morro de la botella.
-Pero si solo es salsa brava.- dijo (6), haciendo el mismo movimiento, pero esta vez metiendo un dedo.- ¿Pero que habéis echado aquí?- se quejo el otro, sacando la lengua como un perro bebiendo de su vaso.
Todos se giraron de inmediato al que se encargaba de preparar las salsas. (4) fue el primero en darse cuenta de que faltaba una, y lo pillo de inmediato.
-¿Dónde esta la salsa picante?- pregunto (4). Todos la buscaron, pero al ver que no la encontraban dedujeron lo que había pasado.
-Lo siento… es que se me callo un poco en la salsa brava, y pensaba que no iba a pasar nada.
-¿Qué no iba a pasar nada?- grito (9).- Como saben igual…- hablo sarcásticamente.
-No se, tienen el mismo color.- todos se le quedaron mirando, algunos cabreados y otros con cara de no entender. La primera que empezó a reírse fue (2), después le siguió su amiga.
-Madre de dios, que tontos.
(10) estaba con la cabeza baja un poco avergonzado, disculpándose todo el rato. Pero a los demás se le paso el enfado al ver como (11) seguía bebiendo de la botella tan desesperadamente, dándole frases de “no ha pasado nada” o “a todos nos puede pasar”.
(9) fue el primero en levantarse, diciendo que ya era muy tarde y empezaba a hacer frio, cuando, las primeras gotas empezaron a caer.
-Joder, ya estoy de la lluvia hasta la copetilla.- dijo (1), corriendo dentro de la casa al estar todo ya recogido.
-Pues a mi me gusta- sonrió su amiga, mirando como las gotas caían desde el otro lado de la ventana.
Todos acordaron ir a dormir pronto ya que al día siguiente querían pasarlo en la playa, así que el grupo de chicos se metió en la habitación, mientras que las otras dos, que estaban en un pasillo diferente, se quedaban solas en esa habitación tan grande.
-Esta casa solo me parece bonita con la luz del día, por la noche, es espantosa.- dijo (2), colocándose el pijama lentamente a la alerta de cualquier ruido raro.
-Vamos, no seas miedosa.- Cuando uno de los rayos alumbro toda la habitación, (1) dio un pequeño gritillo.
-Yo aquí no me quedo.-encendió todas las luces del pasillo y salió.
-Pero espérame.
Ambas  estaban cogidas del brazo, andando lentamente, mirando a todos lados. Cuando de repente pararon de golpe al oír pasos que se dirigían a ellas.
-¿Qué hacéis aquí?- pregunto Yuma, vestido con pijama.
-¿Podemos pasar con vosotros solo esta noche?- pregunto (2).
-¿Tenéis miedo?- rio – claro, creo que a los otros no les importara.-  Las condujo a la habitación donde estaban ya todos metidos en futones.
-¿Qué hacen aquí?- pregunto (5), volviendo a sentarse.
-¿Podemos quedarnos aquí?- pregunto esta vez (1), desde el marco de la puerta. (8) se levanto de golpe  cogió a (2) de la mano y la sentó en el futon. (7) había sido mas rápido, acercándose a(1). Yuma había sacado un par de futones más, haciendo que todos los demás movieran los suyos, hicieron un circulo y ellas quedaron dentro.
-Así no tendréis tanto miedo.
Todos se prepararon para dormir. Ellas quedaron en el centro mientras que los demás estaba a su alrededor haciendo como una especie de barrera.
-Parecemos princesas y los otros soldados- hablo (2), siendo las únicas despiertas, o ella pensaba.
-Pues si, tengo ganas de ir a la playa, a ver si me pongo morena de una vez.
-¿No te vas a meter en el agua?- pregunto la otra, haciendo un puchero en medio de la oscuridad.
-Prefiero estar en la toalla.- Siguieron hablando hasta que les venció el sueño.

Fuera de la casa, varias figuras se escurrían entre las sombras, acercándose a una de las ventanas de la habitación. Arañando el cristal con el filo de un cuchillo.
-Os encontré.

8 comentarios:

  1. ¡Wow! ¡Me he quedado con el corazón en la boca al final! >.<

    ¡¡Muchas gracias!! n.n

    ResponderEliminar
  2. Waaa >.< que pasará? ... está muy interesantee! *-----* me encanta tu fic! <3 .. Gracias!!

    ResponderEliminar
  3. *O* Gracias por continuarlo *OOOOOOOO* Me encantó !! asdasdas no hay palabras para describirlo *o* ya quiero saber qué pasará !! sdasdasdasd sería genial si pudieras subir la conti pronto ;w; <3 <3

    ResponderEliminar
  4. KYAAAAAAA, me he quedado, OMG ^^ No puedo esperar a saber que pasará, Gracias, amo tu Blog, tu fic y como escribes >///<

    ResponderEliminar
  5. Me hace muy feliz que lo estés continuando.
    Jujujuju, las cosas se están poniendo muy buenas.
    El capitulo esta demasiado genial!!!.
    Gracias!!!!

    ResponderEliminar
  6. Nyaaaaaaaa!! ☆*:.。. o(≧▽≦)o .。.:*☆
    Muchas Gracias! ~ Lo estaba esperando con ansias ヽ(^Д^)ノ

    ResponderEliminar
  7. Me encanta, me encanta, me encanta este fic :'D No sabes cuánto lo esperé. Muchas gracias por seguirlo ♥

    ResponderEliminar
  8. GRACIASSS, no tienes ni idea de lo enganchada que estoy ^^
    Arigatou ><

    ResponderEliminar