* (1) -> Tú
* (2) -> Tu mejor amiga.
* (3) -> Tu JUMP favorito
* (4) -> El JUMP favorito de tu amiga.
* (5) -> El mejor amigo de tu JUMP (tiene que ser del mismo grupo)
* (6) -> El mejor amigo del JUMP de tu amiga(tiene que ser del mismo grupo)
*(7) -> Otro jump que te guste
* (8) -> JUMP random 1
* (9) -> JUMP random 2
*(10) ->Otro de los mejores amigos de tu JUMP
*(11) -> Otro JUMO
-¿Qué quieres decir?- pregunto (3) un poco mosqueado.
-Nada, nada.
-No, ahora continua- (8) se mantenía alejado de la
conversación, acurrucado en la silla viendo la conversación.
-Que no es nada, de verdad, ya lo sabrás en su momento.- le contesto
con esa sonrisa de pillín.
-¿La conocemos?- pregunto el marginado, uniéndose a la conversación. El asintió con la
cabeza.- ¿Quién es?
-Eso ya no lo voy a decir- se estiro de nuevo a la cama,
fijando la vista en el techo. (3) resoplo un poco enfadado, ya sospechando de
quien seria, pero intento no darle importancia y siguió cambiándose.
-Por cierto- continúo el reciente.- ¿Sabes que dentro de
unas semanas nos vamos de viaje?
-¿Ah si? ¿Dónde?
-A una casa de verano de Yuma, el otro día se ofreció a que
pasáramos las pocas vacaciones que tenemos ahí.
-Oh, ¿y nos dejan? Quiero decir, ¿no teníamos mas
proyectos?- siguió el mas anfitrión.
-Ya, pero como se retrasaron los conciertos tenemos un poco
de tiempo libre.
-¿Qué harás con (1)?- pregunto (7).
-Pues, supongo que la dejare con mi madre.- contesto el
otro, teniendo una mínima de posibilidad de llevársela, pero luego pensó en lo
que paso en la casa de (5) y descarto la idea.
-¿La vas a dejar sola?- siguió insistiendo el otro. (3) asintió con la cabeza.- (2) se sentirá muy sola y puede que se cabree.
-¿(2) va a ir?- (7) asintió con la cabeza. Ya había
pasado bastante tiempo desde que habían venido, así que miro su reloj: -¡Vaya! Que
tarde es, ¿verdad (8)? - se levanto de la cama mientras estiraba los
brazos.-Es hora de irse.-miro a (8) para que se levantara y luego miro a
(3).
-¿Ya os vais?- pregunto (1) apareciendo por la puerta.
(8) fue el primero en reaccionar tirándose encima de ella, dándole un
abrazo. Cuando su mirada choco con la de su compañero se puso colorada,
apartándola de golpe, acariciando la cabeza del otro que la estaba
abrazando.
-Si, tenemos que ir a comer- contesto (7), mirándola
fijamente. El dueño del cuarto miraba todo esto desde el otro lado de la cama, se
rasco la cabeza y la rodeo, poniéndose en medio de ellos dos.
-Nosotros también tenemos que bajar a comer, os
acompañaremos hasta la puerta.- (8) ya se había despegado de ella pero no se
apartaba de su lado, es mas, hasta le cogió de la mano antes de hacer el
recorrido a la entrada.
-¿Vendrás, verdad?- le pregunto el chico antes de irse
junto a (8), pero la otra no le dio tiempo a contestar a que venia, por que
ya se estaban alejando cuesta abajo.
-¿Te gusta (1)-chan?- le pregunto a su amigo. El
otro solo sonrió. -¿Sabes que a él también le gusta, no?
-Bueno, esperare un poco a ver lo que pasa, pero si (3) no
hace nada me lanzare yo.
-Tampoco hemos avisado a (4)-chan sobre el viaje, no sabes
si va a querer que venga (2), ya sabes lo que pasa en esas fiestas.- continuo (8).
-Estas muy preguntón, además… - se pararon en medio de la
carretera-… menudas maneras son esas de saludar, te has tirando encima de ella
nada mas verla.- (8) metió las manos en los bolsillos y siguió caminando.-
¿También te gusta (1)?- salió corriendo hasta ponerse a su lado.
-No- sonrió encarándose a él.- solo que me hace mucha gracia
las caras que ponéis.
-¿Entonces (2) tampoco te gusta?
-No
-Eres un chico muy raro.- le dijo (7), pero después sonrió
y siguieron caminando hasta su otro destino.
-¿Qué ha querido decir con el “vendrás”?- le pregunto (1) después de que el otro cerrara la puerta.
-Ah, nada.- camino hasta la cocina, encontrándose a su
madre.
-Ya casi esta la comida- le sonrió, poniendo la sopa en tres
platos. (3) se dirigió directamente a la nevera, cogiendo una cerveza y
sentándose en uno de los taburetes.
-¿Quiere que le ayude?- pregunto (1) apareciendo por el
umbral de la puerta con las mangas remangadas.
-Claro que si- le señalo uno de los armarios que justamente
estaban encima de (3).- saca de ahí los vasos, y después, de este cajón, los
cubiertos, y vedlos colocando en la mesa, cariño.
(1) se dirigió a donde estaba (3), esperando a que se
apartara, pero este solo siguió dándole sorbos a la cerveza.
-¿Te puedes apartar, por favor?- le pregunto un poco
mosqueada. Su madre los miraba desde el otro lado de la cocina.
-(3), cielo, ¿Qué te tengo dicho de beber antes de comer?- (3) aparto la lata de cerveza pesadamente y se levanto con desgana, abrió el
armario y saco los vasos.
-Toma- dijo cortante. Volvió a coger la cerveza y se perdió
por la puerta.
-¿Pero que le pasa?- pregunto en alto la chica, mirando por
donde había salido.
-No te preocupes, a veces esta de mal humor. Últimamente
anda muy estresado.- pero no la escuchaba, seguía ahí de pie, pensando en la
actitud que había tenido con ella y en lo que había cambiado a la situación
desde que había llegado. – ¿(1)?
-¿Eh?
-¿Estas bien?
-Si, si- coloco la mesa todo lo rápido que podía y subió al
piso de arriba.
Mientras cruzaba el pasillo iba pensando mentalmente en las
posibles escusas que podía decir para hablar con él, y no se dio cuenta de que
ya estaba delante de la puerta hasta que no le oyó hablar.
-¿Si?- se le escuchaba. (1) iba a contestarle, pero se
corto al oír como seguía hablando.- No te preocupes. Si. La llevare, que
remedio… espero que no cause problemas.- El sonido del botón de descuelgo fue
la señal de que ya había acabado de hablar con la otra persona.
¿Qué quería decir todo la conversación? ¿A quien se refería?
Cuando ya se iba a dar media vuelta la madre del mayor los llamo para comer,
abriéndose la puerta de inmediato.
-Mierda…- mascullo por lo bajini, sintiendo un escalofrió
por toda la espalda.
-¿Qué haces aquí?- le pregunto el otro. Ella siguió de
espaldas a él.- ¿Has escuchado todo lo que he dicho?- asintió con la cabeza
lentamente, después, sintió como la agarraba del brazo y la metía a la
habitación.
-¿A quien te referías con todo esto?- (3) se sintió un poco
frustrado, útilmente las cosas no le salían demasiado bien. -¿Hola? ¿Me quieres
contestar? ¿No tendrá nada que ver conmigo, no?- siguió cuestionando la otra
-Si, últimamente todo lo que pasa tiene que ver contigo- le
contesto.
-Oh, pues tranquilo- dijo mordazmente, mientras se dirigía a la puerta.-Ya no te causare MAS
problemas.- salió de la habitación y fue directamente a la cocina. La madre de
él los llamaba desde el comienzo de las escaleras al ver que nadie bajaba.
Siempre tenia que acabar igual, con peleas, con enfados.
Cerro la puerta tras de si y tomo el mismo camino que la chica.
Los otros dos pequeños, después de salir de la casa de (3),
tenían planes de salir a comer fuera, pero a (8), no se le ocurrió otra idea
que ir a casa de (4) y comer todos juntos. Y así fue, ahora mismo se
encontraban delante de la casa del chico, llamando al timbre varias veces.
La casa parecía vacia hasta que un par de pasos se
dirigieron hacia donde estaban, abriendo la puerta.
-¡(2)-chan!- grito (8) al ver quien había abierto la
puerta. Esta, por la impresión dio un pequeño gritillo, pero después, al ver
quien era, correspondió al abrazo.
-¿No esta (4)?- pregunto (7), entrando a la casa.
-Esta duchándose.-cerró la puerta tras ellos y los siguió
hasta el comedor. -¿Qué hacéis aquí?- pregunto ilusionada, sentándose en el
medio de los dos, revolviéndoles el pelo.
-Pues nada, estábamos pasando por el barrio y hemos pensado
en haceros una visita, ¿verdad (8)?- sonrieron los dos, intercambiándose
miradas de complicidad.
-¿Quién era, (2)?- apareció (4) por la puerta, vestido
con ropa de casa y con una toalla en el pelo. Cuando vio a ambos se quedo
parado donde estaba, preguntándoles con la mirada. (8) le saludo con la mano
y el otro con una sonrisa.
-¡Han venido a verte!- exclamo emocionada, pasando ambos
brazos por el cuello de (8), ya que (7) se había levantado, llevándose a
(4) a la cocina.
-¿Nos podemos quedar a comer?
-¿Eh? ¿Y lo preguntáis así de golpe, sin avisar antes?- (7) se llevo varia miradas matadoras, no por el simple echo de que ellos
estén ahí, si no que el que tenia que cocinar era él, y no se le ocurría nada.
-No te preocupes, ayudaremos con la comida.- salió de la
cocina y volvió a sentarse al lado de (2).
-Ya, claro.
-¡(4)-chan!- le llamo (8).- Te tengo que contar una
cosa.
-¿Qué pasa?- dijo el otro, sentándose en un sofá individual.
-Yuma nos ha vuelto a invitar a su casa de verano.
-¿Enserio?
-Si, dice que vayamos dentro de dos semanas.-(2) estaba un
poco chocada con todo esto. ¿Yuma?
(4) se mantenía callado con la cabeza gacha, en otra
situación habría dicho que si de seguida, pero… deslizo su mirada hasta donde
estaba (2), pillando de seguida (8) lo que quería decir con eso.
-No te preocupes, pueden venir- sonrió el pequeño. La chica
no sabia donde estaba ni de que hablaban. Miro a todo a ver si alguno le
contestaba pero seguían a los suyo.
-¿De que va todo esto?- pregunto ya, pero ninguno le contesto.
Se cruzo de brazos y siguió escuchando la conversación.
Se pasaron un buen rato hablando sobre el tema de las
vacaciones y del trabajo, mientras la chica solo estaba ahí de adorno, sin
saber que decir. Hasta que se les hizo
un poco tarde y aun no había comido, dirigiéndose todos a la cocina para
comer algo.
La situación en casa de (3) no había cambiado mucho.
Después de comer cada uno se encerró en su cuarto. Ninguno de los dos había
intercambiado palabra en la comida. (1) estaba enfadada por el trato del otro,
y él, pues no tenia ni idea de por que estaba enfadado.
Siguieron sin hablarse hasta varios días después, si no
fuera, por que (1) le pregunto donde quedaba la tienda más cercana, ya que su
madre no estaba en casa para preguntarle a ella.
Y así paso una semana. (3) recibía llamadas de (9) preguntando la situación o si había pasado algo, preguntando también si le
había dicho algo a la chica sobre el viaje, pero sabiendo lo cabezón que era su
amigo dudaba de que lo hubiera echo, regañándole de que era un niño pequeño y
que se comportara de acuerdo a la edad que tenia.
- Esta bien, esta bien, se lo preguntare.- le contesto.
-Acuérdate de que
salimos este jueves, así que espabila- y tras decir esto colgó.
-Muy bien…- soltó un bufido y tiro el móvil a la cama.
Salió del cuarto esperando encontrándosela en la habitación,
pero no estaba. Se acercó un poco a la cama.
-Todo huele a ella…-se acercó a la mesita de noche,
encontrándose un foto enmarcada. Solo reconoció a (1) y a (2), aparte de ellas
también había otra chica y un chico muy alto. Lo volvió a dejar en el sitio y
bajo las escaleras a ver si la encontraba en el piso de abajo, pero solo se
encontró con una nota.
“He salido a comprar, volveré dentro de un rato”
Miro la hora, las 7:30 pm, ¿Cuánto puede tardar en comprar?
Cogió las llaves del coche y camino al garaje. Estaba lloviendo con una fuerza
bestial, aparte del aire fresco que le acompañaba, creando un ambiente donde no
querrías salir de casa.
Monto en el coche un poco mosqueado y lo arranco, tirándose
cuesta abajo.
(1) estaba en uno de los porches de las tiendas, estaba
mojada de arriba abajo con varias compras.
Un par de jóvenes un poco borrachos se acercaron a ella.
Tenían varios tatuajes en la cara, llenos de piercings y con una sonrisa para
nada amable. Se pusieron a su lado, mirándola de arriba abajo con una mirada
lasciva, riéndose entre ellos.
-¿Quieres que te ayudemos, guapa?- le pregunto uno de ellos,
acercándose peligrosamente.
-No, gracias.- se excuso la otra, retrocediendo lentamente.
-No tengas vergüenza.- siguió el otro, pasandole un brazo por
la nuca. (1) no sabía donde meterse, intento zafarse pero solo consiguió que
las compras salieran esparcidas por el suelo. –Estas muy mojada – continuo,
metiendo la mano por la espalda. –Si quieres, vamos a mi casa y te sacas estas
ropas.- esto se lo dijo muy cerca del oído.
Le temblaban las piernas. Intentaba no llorar y aguantarse,
pero pensar en lo que le podrían hacer estos hombres le daba miedo.
-¿Tu que piensas, Sawamura?- giro la cabeza para mirar a su
amigo pero lo único que recibió fue un puñetazo, rompiéndosele la nariz y
sacando grandes chorros de sangre.- ¿Qué haces, idiota?- exclamo, tocándose la
nariz.
(3) agarro a (1) posesivamente de la cintura, apartándole
un mechón de pelo y acurrucándole entre su pecho. Esta, al ver que ya estaba
segura, echo a llorar, agarrándose fuertemente a su camiseta, que ya estaba
empapada.
-¿Estas bien?- le pregunto el otro, pasando de los otros
dos. Uno estaba tirando en el suelo con varios golpes, y el otro, estaba con la
nariz partida. Sentía como la chica temblaba. Miro de nuevo con asco al que le había pegado antes. Hizo que la chica se metiera en el coche y se agacho a la
misma altura que el otro. Lo agarro de la camisa y lo levanto.- Como te vuelvas
a acerca a mi chica, no te romperé la nariz, si no que te partiré las piernas.-
Lo empujo de nuevo al suelo y recogió la poca compra que podía, junto con el
bolso y se metió en el coche.
(1) estaba acurrucada en el asiento, abrazándose las
piernas. Arranco de nuevo el coche y se dirigió a toda prisa a su casa.
-¿Ya estas mejor?- le pregunto la madre de (3) saliendo con
una taza de chocolate. Ella asintió con la cabeza, agarrando el chocolate. (3) estaba al lado suyo, mirándola cada dos por tres por si necesitaba algo.
-Gracias- susurro ella al estar ya solos en la habitación.
-Avísame cuando vuelvas a salir a comprar.
-No vas a estar siempre detrás de mí, no eres un perro. –
contesto la otra.
-¿Pero no entiendes que no puedes salir tu sola?- continuo.
-¿Y porque no?- dijo cabreada.- ¿Voy a estar aquí encerrada
siempre?
-Es que no entiendes la situación.
-¿Qué situación?
-Al ser extranjera te consideran mas fácil que las demás,
deberías de vigilar en que sitios te metes.- Ella callo, dándole otro sorbo al
chocolate.- Por eso, hasta que no te acostumbres a todo esto, no es conveniente
que salgas sola.- Se levanto de la cama, no sin antes arroparla.- Por cierto….-
hablo antes de salir de la habitación.- ves preparando las maletas y toda la ropa
de verano que tengas.
-¿Eh?- dejo la taza de chocolate vacía en la mesita y se
acurruco en la cama.
-Dentro de dos días nos vamos de vacaciones.
-¿Y que mas me llevo?- pregunto (2), abriendo el armario,
viendo las prendas de ropa que se dejaba.
Encima de la cama tenia varias maletas empezadas, y en el
resto, bikinis, camisetas, vestidos, pantalones cortos, todo eso, esparcido por
toda la habitación.
(4) entro en el cuarto para avisar de que ya estaba la
comida hecha.
-¿Pero que…?- se tropezó con varias camisetas que no le
dejaban abrir del todo la puerta. -¿Qué haces?- le pregunto, pero lo único que
recibió fue una parte de arriba del bikini que dio de lleno en toda la cara.
-Oh, mira donde estaba.- se acercó rápidamente a él,
sacándole el bikini.- Estoy haciendo la maleta, ¿estas ciego?
-¿No es un poco tarde? Salimos esta tarde, ya te puedes ir
dando prisa.- Salió de la habitación dejando la puerta abierta.
Pasajeros con destino a Osaka, salida en quince minutos por el anden 10.
Pasajeros con destino a Osaka, salida en quince minutos por el anden 10.
La tele comunicadora repetía una y otra vez los destinos,
haciendo desplazar a la gente a su andén correspondiente.
Un grupo de jóvenes estaban distribuidos a lo largo de los
asientos.
-¿Cuánto falta?- pregunto (10), que estaba sentado al lado
de (5), mirando su reloj cada dos por tres.
-Me lo has preguntado hace diez segundos.- le contesto.
-Deja de estar nervioso- rio (6), que estaba sentado detrás de (10).
-Me lo dices tu, que no paras de moverte como si estuvieras
tocando la batería.- contraataco.
-Callaos ya- dijo ya un poco cabreado (5), cruzándose de
brazos.
-Mira, ya esta llegando el tren- aviso (1), haciendo que
todos se levantaran de los asientos.
Las parejas para sentarse quedaron así:
(6) y (11) en asientos de dos. (9), (5), (7) y
(8), en una mesa de cuatro. (1) y (2). Y los últimos se esparcieron a lo
largo del vagón. Los de la mesa de cuatro se pasaron el viaje jugando a las
cartas, (6) y (11) hablando sobre la música y los instrumentos. Mientras que (3) iba estudiando, (4) y (10) se quedaron dormidos por el trayecto. Las
otras dos miraban emocionadas por la ventana, esperando llegar al destino.
El sonido del teléfono hizo que todos lo que estaban
dormidos despertaran.
-¿Si?- pregunto (4).
-¡Hola!- grito
Yuma desde el otro lado del móvil.
-¿Qué pasa?
-Solo avisaros que os
esperare en la casa, ¿ya sabéis llegar solos, no?
-Claro, claro, no te preocupes.
-Hasta ahora.
-¿Qué pasa?-dijo (5), asomando la cabeza de entre los
asientos.
-Nada, que vayamos directamente a su casa.- guardo el
teléfono y volvió a intentar dormirse.
Pasajeros con destino Osaka, llegada a destino en diez minutos, por
favor, vayan con calma a la hora de salir. Espero que hayan disfrutado de nuestros
servicios. Pásenselo bien.
-¿Ya hemos llegado?- le pregunto emocionada (2) a su
amiga.
-Eso parece.
-¿Esto es Osaka?-pregunto un poco sorprendida.
-Estamos por la parte de afuera. Zona veraniega.- le
contesto (6) girándose hacia ellas.- Aquí normalmente es donde viene la gente
rica para pasar el verano.
Todos salieron del tren. La estación daba justamente a una
distancia muy próxima de la playa.
-Menos mal que la casa de Yuma queda cerca, si no, no iría
caminando.- hablaba (7), tirándose la maleta a la espalda.
-Eres un vago, eso es lo que pasa.- le dijo (8),
arrastrando la maleta.
La casa de Yuma quedaba cerca de la estación, era una de las casas más grandes
de la zona rica. Sus padres eran grandes empresarios, pero últimamente tenían
tanto trabajo que no tenían tiempo, así que le dejaban esa casa a su hijo para
que estuviera tranquilamente con sus amigos.
-Cada vez, me sorprenden mas las casas a las que voy- dijo (1), mirando la gran fila de casas que se perdían hasta el final de la calle.
(4) se acercó al timbre, pasando en medio de ellas. Nada
mas tocarlo apareció Nakayama por la puerta principal con una sonrisa. Todos se
acercaron a saludarle mientras que las otras se quedaron atrás apartadas.
-Y ellas son (1) y (2)- las presento (8) con una
sonrisa, mientras que los otros se apresuraban a dejar las maletas en las
habitaciones.
-Encantado.- dijo el, extendiendo la mano a (1). (2) se
mantenía ahí, de pie, mirándole fijamente, y su amiga, al darse cuenta, le dio
un suave empujón.
-Gracias por dejarnos estar en tu casa.
-Espero que os lo paséis bien, si queréis, ahora os enseño
donde os quedareis.- Ambas asintieron con la cabeza, entrando en la casa.
-Podrías disimular un poco mejor.- le hablo por lo bajini (1).- Vaya, que bonita que es.
Era una casa de un solo piso, y las únicas escaleras que
había, que eran de caracol, subían hasta el desván, donde lo habían convertido
como una especie de terraza para tomar el sol.
-Aquí es donde os quedareis, poneos cómodas.- les abrió la
puerta a su habitación, tenía cuatro camas, una en cada esquina.
Arreglando y preparando la habitación se le hizo la hora de
cenar.
Todos habían preparado una barbacoa al gran jardín, (7) y (5) se encargaban del fuego. (9), (8) y (10) de preparar la mesa.
(4), (11) y Yuma de arreglar los asientos, mientras que (3) traía leña.
-Si ahora pusiéramos una lagartija o una lombriz en la
parrilla, ¿en que se convertirían?- dijo (7), dándole la vuelta a un trozo de
carne.
(3) había dejado los últimos troncos al lado de la
parrilla, sacudiéndose las manos.
-En una lombriz chamuscada.- acabo (7), riéndose.
-Que chispa- dijo con ironía (5).- Es tan malo que hasta me
rio de ello.
Las chicas aparecieron justo en el momento donde ya
colocaban la comida.
-Si que habéis tardado en salir.- dijo (6), colocando los
platos a cada uno.
- No se tu, pero esa casa parece un laberinto- dijo
quejándose (2), sentándose al lado de su amiga, que ya había tomado asiento.
Pasaron la cena entre risas y bromas. A (10) se le había
caído la salsa picante en la salsa brava, pero no había dicho nada, colocándola
en el centro de la mesa. (11) fue el primero en untar el pan en ella, siendo
seguido por la mirada del otro.
-¡Pica, pica!- tiro el pan al plato y empezó a beber a morro
de la botella.
-Pero si solo es salsa brava.- dijo (6), haciendo el mismo
movimiento, pero esta vez metiendo un dedo.- ¿Pero que habéis echado aquí?- se
quejo el otro, sacando la lengua como un perro bebiendo de su vaso.
Todos se giraron de inmediato al que se encargaba de
preparar las salsas. (4) fue el primero en darse cuenta de que faltaba una,
y lo pillo de inmediato.
-¿Dónde esta la salsa picante?- pregunto (4). Todos la
buscaron, pero al ver que no la encontraban dedujeron lo que había pasado.
-Lo siento… es que se me callo un poco en la salsa brava, y
pensaba que no iba a pasar nada.
-¿Qué no iba a pasar nada?- grito (9).- Como saben
igual…- hablo sarcásticamente.
-No se, tienen el mismo color.- todos se le quedaron
mirando, algunos cabreados y otros con cara de no entender. La primera que
empezó a reírse fue (2), después le siguió su amiga.
-Madre de dios, que tontos.
(10) estaba con la cabeza baja un poco avergonzado,
disculpándose todo el rato. Pero a los demás se le paso el enfado al ver como
(11) seguía bebiendo de la botella tan desesperadamente, dándole frases de “no
ha pasado nada” o “a todos nos puede pasar”.
(9) fue el primero en levantarse, diciendo que ya era muy
tarde y empezaba a hacer frio, cuando, las primeras gotas empezaron a caer.
-Joder, ya estoy de la lluvia hasta la copetilla.- dijo
(1), corriendo dentro de la casa al estar todo ya recogido.
-Pues a mi me gusta- sonrió su amiga, mirando como las gotas
caían desde el otro lado de la ventana.
Todos acordaron ir a dormir pronto ya que al día siguiente
querían pasarlo en la playa, así que el grupo de chicos se metió en la
habitación, mientras que las otras dos, que estaban en un pasillo diferente,
se quedaban solas en esa habitación tan grande.
-Esta casa solo me parece bonita con la luz del día, por la
noche, es espantosa.- dijo (2), colocándose el pijama lentamente a la alerta
de cualquier ruido raro.
-Vamos, no seas miedosa.- Cuando uno de los rayos alumbro
toda la habitación, (1) dio un pequeño gritillo.
-Yo aquí no me quedo.-encendió todas las luces del pasillo y
salió.
-Pero espérame.
Ambas estaban cogidas
del brazo, andando lentamente, mirando a todos lados. Cuando de repente pararon
de golpe al oír pasos que se dirigían a ellas.
-¿Qué hacéis aquí?- pregunto Yuma, vestido con pijama.
-¿Podemos pasar con vosotros solo esta noche?- pregunto (2).
-¿Tenéis miedo?- rio – claro, creo que a los otros no les
importara.- Las condujo a la habitación donde estaban ya todos metidos en
futones.
-¿Qué hacen aquí?- pregunto (5), volviendo a sentarse.
-¿Podemos quedarnos aquí?- pregunto esta vez (1), desde el
marco de la puerta. (8) se levanto de golpe
cogió a (2) de la mano y la sentó en el futon. (7) había sido mas
rápido, acercándose a(1). Yuma había sacado un par de futones más, haciendo
que todos los demás movieran los suyos, hicieron un circulo y ellas quedaron dentro.
-Así no tendréis tanto miedo.
Todos se prepararon para dormir. Ellas quedaron en el centro
mientras que los demás estaba a su alrededor haciendo como una especie de
barrera.
-Parecemos princesas y los otros soldados- hablo (2),
siendo las únicas despiertas, o ella pensaba.
-Pues si, tengo ganas de ir a la playa, a ver si me pongo
morena de una vez.
-¿No te vas a meter en el agua?- pregunto la otra, haciendo
un puchero en medio de la oscuridad.
-Prefiero estar en la toalla.- Siguieron hablando hasta que
les venció el sueño.
Fuera de la casa, varias figuras se escurrían entre las
sombras, acercándose a una de las ventanas de la habitación. Arañando el
cristal con el filo de un cuchillo.
¡Wow! ¡Me he quedado con el corazón en la boca al final! >.<
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias!! n.n
Waaa >.< que pasará? ... está muy interesantee! *-----* me encanta tu fic! <3 .. Gracias!!
ResponderEliminar*O* Gracias por continuarlo *OOOOOOOO* Me encantó !! asdasdas no hay palabras para describirlo *o* ya quiero saber qué pasará !! sdasdasdasd sería genial si pudieras subir la conti pronto ;w; <3 <3
ResponderEliminarKYAAAAAAA, me he quedado, OMG ^^ No puedo esperar a saber que pasará, Gracias, amo tu Blog, tu fic y como escribes >///<
ResponderEliminarMe hace muy feliz que lo estés continuando.
ResponderEliminarJujujuju, las cosas se están poniendo muy buenas.
El capitulo esta demasiado genial!!!.
Gracias!!!!
Nyaaaaaaaa!! ☆*:.。. o(≧▽≦)o .。.:*☆
ResponderEliminarMuchas Gracias! ~ Lo estaba esperando con ansias ヽ(^Д^)ノ
Me encanta, me encanta, me encanta este fic :'D No sabes cuánto lo esperé. Muchas gracias por seguirlo ♥
ResponderEliminarGRACIASSS, no tienes ni idea de lo enganchada que estoy ^^
ResponderEliminarArigatou ><