Por fin vuelvo con el fic, bueno, en este aparecen toooodos los JUMP, así que imaginaos el revuelto de números que habra. Acordaos bien de cada uno, si no... no importa mucho xD Solo seguid a los principales xD
* (1) -> Tú
* (2) -> Tu mejor amiga.
* (3) -> Tu JUMP favorito
* (4) -> El JUMP favorito de tu amiga.
* (5) -> El mejor amigo de tu JUMP (tiene que ser del mismo grupo)
* (6) -> El mejor amigo del JUMP de tu amiga(tiene que ser del mismo grupo)
*(7) -> Otro jump que te guste
* (8) -> JUMP random 1
* (9) -> JUMP random 2
*(10) ->Otro de los mejores amigos de tu JUMP
Un incesante pitido no le dejaba dormir en paz. Intentando
buscar ese molesto sonido, abrió los ojos con pereza, parpadeando un par de
veces para acostumbrarse a la luz que iluminaba toda la habitación. Agarro el
móvil con desgana, apagando el ruido que hacía cada vez que le llegaba un
mensaje. Lo dejo otra vez en la mesita y se giro al lado contrario. Estiro un
brazo para aprovechar la anchura de la cama, pero cuál fue su sorpresa que no
podía llega a menos de medio metro. Abrió los ojos poco a poco, viendo primero
la sabana y un bulto bajo de ella, subió la vista hasta que la detuvo en unos
pelos desordenados que se esparcían sobre la almohada, y entre ellos, un
hermosa cara dormida.
Intento reprimir la sorpresa antes de ponerse a chillar como
loca. Con rapidez, se saco las sabanas de encima, viendo que aun estaba dormida
con ese diminuto pijama. Por una parte saco un suspiro de relajación, pero otra
parte se sentía un poco decepcionada.
Se levanto lentamente de la cama, pero cuando iba a poner un
pie al suelo, una mano la cogió del brazo, empujándola otra vez, cayéndose a la
cama.
-¿Dónde vas?- pregunto medio dormido (3), restregándose los
ojos con la mano libre. (1) no respondió, aun estaba avergonzada de haber
dormido en su misma cama.
La soltó del brazo y acto seguido se desperezo. Se sentó en
la cama y espero a que ella hiciera también lo mismo.
-¿Qué paso anoche?- pregunto sonrojada.
-Me pediste que me quedara contigo, ¿no te acuerdas?
-¿Si? Pues no… no me acuerdo…- intento aclarar sus ideas y
recordar lo que pasó la noche anterior, pero solo pudo acordarse de haber
entrado en la habitación y acto seguido tirarse a la cama y quedarse dormida.
-Bueno, tranquila, no paso nada ni te hice nada.
-No es eso.- se sentía mal de que el pensara que desconfiaba
de él, y no tenía derecho a hacerlo ya que le había ofrecido su casa.-Pero…
-¿Acaso pensaba que había pasado algo?- la cogió de la
muñeca acercándola a él.- ¿Querías que hubiera pasado algo?- sus bocas estaban
a penas a unos centímetros, y nada más cuando sus labios ya se estaban rozando,
una estridente voz abrió la puerta de golpe.
-¡(3)!- (9) abrió la puerta con tanta fuerza que reboto
contra la pared. –Anda…- dijo sorprendido de ver a la chica. – ¿Tienes otra
amiga? – pregunto inocentemente.
(1), ante este comentario se separo bruscamente, cogiendo
una de las batas del armario y saliendo de la habitación cabreada.
-Eres tonto… suspiro (3), dejándose caer en la cama.
-Sera posible, ¿Por qué no me contesta?- (2) estaba en la
cocina. Se había levantado antes que elchico, y para no despertarlo bajo
ella misma a la cocina, buscando algo de comida.- Perfecto, los cereales que a
mí me gustan. Ahora tengo que buscar los boles.- Abrió armario por armario
hasta que finalmente los encontró en el
que quedaba más alto. Intento alcanzarlos poniéndose de cuclillas, pero
solamente los rozo, hasta que otra mano los agarro.
-Toma- le extendió (4).
-¿Desde cuándo eres más alto que yo?- pregunto, mirándole de
pies a cabeza.
-Desde que crezco.- le respondió con tono irónico. Bajo otro
bol y se lo lleno de cereales.
Ella refunfuño un poco y después hizo lo mismo que él.
-¿Tienes que hacer algo hoy?- le pregunto disimuladamente
mientras ahogaba los cereales en la leche.
-Tengo una sesión de fotos.
-Perfecto, voy contigo.- se bajo del taburete y salió de la
cocina, rumbo al piso de arriba.
-¿Qué?- dejo ambos boles en el fregámanos y salió detrás de
ella.-No puedes- le dijo, pillándola en medio de las escaleras.
-¿Cómo que no?- se paro y dio media vuelta.- ¿No pretenderás
dejarme sola aquí, no?
-No te va a pasar nada, toda esta zona está vigilada.-
intento convencerla, pero se vio inútil al ver como ella negaba con la cabeza.
-Yo voy- siguió subiendo las escaleras.
-No puede entrar gente de afuera- siguió insistiendo.
-Pues me cuelas.
-Que no- harta ya, volvió a bajar las escaleras pisando
fuerte, abalanzándose sobre (4)- O me llevas, o le digo a todo el mundo que
eres un pervertido.
-Nadie te creería.- dijo burlándose.
-A mi no, pero a las revistas si- dio la conversación por
terminada y volvió a subir las escaleras, haciendo caso omiso a las
reclamaciones del chico.
-Oh, ya veo- (9) afirmo con la cabeza, dándole otro sorbo
al café descafeinado.
(1) estaba en una de las esquinas de la mesa, apartada de
los otros dos, untando pan tostado en su chocolate, sin escuchar de lo que
hablaban los demás.
-Así no podrás dejarla sola- empezó a pensar su amigo.-Por
cierto, hoy tenemos sesión de fotos, ¿te acuerdas?
-Oh, mierda…- se rasco el pelo de forma nerviosa mirando
disimuladamente al lugar donde estaba ella.
-No tienes más remedio que llevártela-sonrió.
-¿Te diviertes, eh?- sonrió de medio lado, dándole otro
sorbo al café.
En uno de los estudios de una de las revistas más vendidas,
estaba parte de Hey! Say! JUMP, tenían su sesión de fotos mensual con la
revista POTATO. Todos estaban en una de las mesas jugando a las cartas mientras
hacían tiempo. Uno a uno eran llamados para vestirlos y maquillarlos.
-Genial, hay demasiada gente.- (4) estaba apoyado en la
puerta trasera que se utilizaba para llevar el material. (2) estaba detrás
del, tapada con un gorro de lana y una bufanda roja.
-¿Podemos entrar ya?- pregunto entusiasmada. Él dio un
resoplido, abrió ampliamente la puerta pasando el primero.
-¡(4)-chan!- le saludo (8), sonriéndole ampliamente
junto a los demás miembros, pero borraron sus sonrisas y la cambiaron a
sorpresa cuando vieron a la chica detrás de él.
-¿Quién es?- pregunto (7).
-Pues es…- se la quedo mirando mientras pensaba algo.- Es la
amiga de unos amigos de mi padre, y como no se conoce la cuidad me la he traído
conmigo. Espero que no os moleste.
-Encantados- gritaron todos a la vez. (2) se acerco
cuidadosamente a (8), mirándole fijamente.
-Eres más mono en persona.- tras esto se tiro a él para
abrazarlo.- Sois mucho más guapos todos- sonrió.
-¡Buenos días!- grito (9), entrando por la entrada
principal, junto con (3) y (1).
-¿Y ella?- volvió a preguntar (7).- ¿Otra amiga de tus
padres?- pregunto burlonamente.
(2) la reconoció enseguida, quitándose el gorro y la
bufanda y tirándose encima de ella.
-¡(1)!- dijo abrazándola todo lo fuerte que podía. La otra
la correspondió al abrazo.
-¿Qué no conocía a nadie, eh?- dijo sarcásticamente (5),
reconociendo de inmediato a la que había llegado con (3). Dirigió su vista a
él, preguntándole con la mirada. Él solo se encogió de hombros, tomando
asiento.
Todos se sentaron en círculo, estando ellas dos un poco más
al centro que los demás. (2) jugaba con el pelo de (8), haciendo que este
solo se riera y pusiera caras tontas, mientras que (1) estaba hablando
animadamente con (6) sobre música.
(7) y (10) habían empezado a jugar de nuevo a las cartas
mientras se reían de las caras de (8).
-¿Qué es todo esto?- pregunto seriamente (5) a los tres recientes. Estaban sentados en una de las esquinas de la sala.
-Bueno, es muy largo de explicar…- intento excusarse (3).
Tanto (4) como (3) les conto que habia pasado mientras
estaban con ellas. Lo del sotano y el parque de atracciones, y las medidas que
habían tenido que coger para que no les pasara nada. Tras acabar la historia (5) se cruzo de brazo, y (9), para eliminar tensión, le imito, llaveándose
un golpe en el hombro por parte del otro.
-¿No os estais preocupando demasiado por ellas?- pregunto (5), volviendo a la situación. Espero una respuesta por parte de los dos pero
no se la dieron. –Apenas las conocéis de unos días y ya le habéis ofrecido casa
y todo, ¿sabéis en los problemas en que os podéis meter?
-¿Pero que podíamos hacer?-pregunto (4). – ¿Dejarlas en
esa casa esperando a que den con ellas y las maten?
-Eso no es asunto vuestro- volvió a hablar (5).- En todo
caso tendríais que hablar con la policía.
-La poli no hará nada en estos casos.- Esta vez intervino (9), quien había dado la vuelta a la silla y había apoyado la cabeza en el
respaldo.- No quieren tener nada que ver con los Yakuzas.- Todos se lo quedaron
mirando. (5) solo dio un respiro, dejando caer la espalda hacia tras y
dirigir la mirada hacia ellas.
-Está bien, pero no quiero que esto cause problemas, ni al
grupo ni mucho menos a la compañía- se levanto de la silla y junto con uno de
los cámaras se dirigió al escenario de las fotos.
-¿Y cómo es que conocéis a esos dos?- pregunto (6), sentado
en medio de las dos chicas, comiendo una tarrina de chocolate.
-Casualidad.- respondió (1), pasando un dedo por uno de los
bordes, llevándose el chocolate a la boca. El otro asintió con la cabeza, como
si lo hubiera entendido todo.
-Oh, ahora me toca a mí- dijo (7), al ver a (5) acercarse, paso al lado de él, chocando la mano.
-¡Mira, mira!- grito (2), enseñándole a (8) el juego de
manos que había conseguido con un trozo de cuerda.
-Muy bien- le felicito (8), quitándole de nuevo la cuerda
y haciendo un nuevo paso.
-(8)-kun, te toca- le aviso (7).
-Toma, ahora vengo.- dijo feliz, ofreciéndole una gran
sonrisa.
-¡Que mono!- grito, cuando (7) ya estaba por mas o menos
su lado, lo agarro de la camisa y lo sentó en el lugar de (8).
-¿Qué pasa?- pregunto asustado por la repentina acción de la
chica. (1) se la miro con mala cara desde su espalda. (2) se giro a ella, le
sonrió malvadamente y volvió a mirar al chico.
-¿Quieres ver lo que me ha enseñado (8)?- todo esto lo
dijo con voz de niña. El otro asintió con la cabeza mirando lo que hacia la
otra con las manos.
-La mato.- dijo por lo bajini.
-¿Qué has dicho?- pregunto (6), que había visto como movía
los labios.
-Oh, nada, nada.- le sonrió.- ¿Tienes más chocolate?-
pregunto ilusionada, y al ver como este sacaba una barra de chocolate con
almendras, sonrió ampliamente.
Así pasaron la mitad de la tarde, hasta que se termino la
sesión de fotos, por suerte, ninguno de los que estaban a cargo dijeron nada
sobre ellas, así que se marcharon todos tranquilamente.
-¿Y ahora qué hacemos?- dijo (9), llevando la mochila en
la mano.
-¡La casa de (5)-chan esta libre!- grito (7), siendo
después golpeado por el susodicho.
-¡Vamos a celebrarlo!- continuo (9), que parecía que era
el más animado.
-Aun no he dicho que podíais venir.- hablo serio (5), pero
poco le duro ya que empezó a reírse. (3) y (6) empezaron a meterse con él,
haciéndole bromas, mientras se dirigían al parking.
(1) se había colocado al lado de (7), hablando animadamente
de cualquier cosa, mientras que (2) no se despegaba de (8), siendo ahora
también (6) el que se unió a ellos. (4) veía todo eso un poco receloso
desde atrás, pero no le dio atención y empezó a jugar con (10).
-Pedazo casa- dijo embobada (1), mirando la gran mansión
delante de ellos. (2) entrelazo sus dedos con los suyos y le obligo a correr
hasta llegar a la puerta principal.
-Los padres de (5)-chan son muy ricos- les informo (7),
quitándose los zapatos y dejándolos a un lado. Todos hicieron lo mismo.
La casa tenía un estilo más tradicional que las que estaban
en la misma calle. Constaba de 3 plantas, con habitación de sobras y muy bien
distribuidas.
-Aquí podría tener a toda mi familia y vivir
tranquilamente.- bromeo (2) al ver lo espaciosa que era.
(5) les hizo pasar al comedor principal, sentándolos en el
sofá. (4) y (8) estaban juntos en uno, mientras que los otros se
distribuían como podían en el sofá mas grande. (2) y (1) se sentaron en la
alfombra, cerca de la mesita. Al poco rato una de las asistentas les ofreció
varios zumos y cafes.
-¿A que podemos jugar?- pregunto (8).
-Tengo un juego de mesa donde podemos jugar todos- ofreció (5). Se perdió por la puerta apareciendo después con una caja.
El juego consistía en hacer preguntas y responderlas,
estando dividido el grupo en dos, los azules y los rojos. (4), (8),
(2), (6) y (5) estaban en uno. Mientras que los demás quedaron en el otro,
siendo de capitana (1).
El juego empezó bien, hubo fallos y aciertos, así que
estaban casi empatados.
-¿Quién es el presidente de Estados Unidos?- le pregunto (1) a (2), guardando la tarjeta. Ella se lo sabía, pero antes de responder,
cogió una almohada, se la puso en la cabeza y dijo:
-¡Yo! Soy la reina de todos EE.UU.
-Anda, deja de hacer el tonto y responde- los demás se
rieron ante esto.
-Tú eres tonta.
-¿Perdona?- dijo indignada.
-No, no te perdono a menos que me lo supliques de rodillas.-
se cruzo de brazos.
-No me arrodillaría ante ti, ni aun que fuera coja, pedazo
de piojo.- se cruzo ella también de brazos. Todos estaban estupefactos ante en
la situación que estaban, no sabían qué hacer ni mucho menos decir, así que se
mantenían al margen a ver cómo iba a acabar.
(2) se reía interiormente, pero para que se le notara que
iba enserio, cogió la ficha que llevaba ella y la tiro a algún lugar de la
habitación.
-¿Pero qué haces?- pregunto la otra, al ver como la ficha
iba dando vueltas hasta quedarse parada cerca de la mesa principal.
-Como tu superiora te ordeno que la traigas de vuelta.
¡Arré!- le hizo gestos con la mano para que se levantara, pero lo único que
hizo la otra fue coger un cojín y tirárselo a la cara.
-¡Serás marrana!- le grito, mientras le daba sacudidas al
cojín. La otra se protegía con el brazo, agarrando otro y contraatacando.
-¿Pero que hacéis, locas?- salto (5), saliendo de detrás
del sofá donde estaba con los demás. Al ser la vista de mira de ellas se
lanzaron sobre él.
La cosa acabo en que, tras saltar encima de (5), corrieron
detrás de los demás, haciendo que ellos también cogieran cojines, pegándose con
todos. (8) se había subido al sofá para estar más o menos a la misma altura
que (10) y pegarle en la cabeza. (6), (11) y (9) estaban corriendo por
toda la habitación tirándose cojines, mientras que (7) y (5) intentaban
parar todo, pero al ver que no podían, salieron al contraataque de todos,
llegando a más en el jardín, donde se revolcaban por el suelo.
(2) y (1) se habían escondido detrás de un pilar
empezando a descojonarse.
-¿Nos hemos pasado?- pregunto con preocupación (1) al ver
como cojines salían disparados de la casa.
-Sht, ¿oyes eso?
Cerca de ellas estaban (3) y (4) que habían aprovechado
en entrar a la piscina y meter los pies en ella. Al ver esto, las chicas se
acercaron lentamente, tan despacio que no las podían oír, y cuando ya estaban
cerca de ellos, los embistieron, tirándoles a la piscina.
-Seréis…- amenazo (4), apartándose el pelo de la cara.
Ellas empezaron a reírse, pero pararon al ver como estos salían de la piscina e
iban tras ellas.
Ambas salieron disparadas por el jardín, esquivando todos
los adornos que había en este. (2) se había escondido detrás del árbol que
daba justo al lado del muro. Mientras que (1) estaba metida en el trastero.
(4) e (3) se dispersaron, (4) recorría los
alrededores e (3) la casa.
Al ver que (4) había pasado de largo su escondite, salió
corriendo a uno nuevo, siendo atrapada en el camino por él.
-¡No me tires al agua!- forcejeaba (2). (4) la tenía
agarrada de la cintura, arrastrándola hasta el borde de la piscina.
-Ahora veras lo fría que esta.- Y la tiro.
(1), al oír como alguien se había metido a la piscina pensó
en su amiga, y empezó a reírse, pensando interiormente en lo tonta que era al
haberse dejado pillar. Sin que se diera cuenta empujo levemente una de las
cajas, haciendo que las que estaban detrás se tambalearan y finalmente cayeran.
-Mierda- maldijo a lo bajini, rezando interiormente en que
no le hubiera oído nadie.
-¡Bú!- apareció (3) delante de ella con una gran sonrisa.
Así pues, ambas acabaron en el agua. Intentaron enfadarse,
pero al ver como venían todos de cabeza al agua se les paso.
-¿Tienes frio?- le dijo (3) a (1), pasándole una toalla y
una taza de chocolate caliente. Ella negó con la cabeza, cogió el chocolate y
le dio la espalda.- ¿Estas enfadada conmigo?- le paso la toalla por los
hombros, arropándola con ella.- ¿Es por lo de la piscina?- ella negó con la
cabeza. -¿Entonces?
-¿Así que tienes más “amigas”?- dijo mordazmente. -¿Cuántas
mas han dormido en la cama donde estoy ahora?
-Oh, ¿así que estas celosa?- hablo divertido, pero al ver
que no era la situación paro.-Por esta cama no ha pasado nadie.
-Ya claro.- se acomodo la toalla, dándole otro sorbo al
chocolate. Al ver la indiferencia de la chica, le quito la taza, la dejo encima
de la mesa y se coloco encima de ella de un movimiento, acercando la boca a su
cuello, esnifando su olor.- ¿Qué… que haces?- pregunto nerviosa y sonrojada.
Había perdido la noción de sus sentidos. Si quería apartarlo su cuerpo no le
dejaba, y si quería atraerlo las manos le temblaban.
(3) pasó sus labios por el cuello subiendo hasta la barbilla,
parándose ahí y dándole un suave beso, hasta que subió hasta su boca.
-¿Tienes algo que decir?- al ver el sonrojo de esta sonrió y
al ver que no le contestaba ni se movía, enrosco sus brazos alrededor de su
cadera e hizo que se sentara en la cama.- Tranquila, no te hare nada.- Cuando
(3) se iba a apartar de ella, sus manos se movieron solas, le agarro fuerte
mente de la nuca y lo atrajo hasta ella, uniendo sus labios en un tímido beso.
Primero era tierno, después se volvió salvaje al ser el chico el que reclamaba,
pero al ver que ella no le dejaba paso para entrar le mordió suavemente el
labio, aprovechando para introducir su lengua, volviendo el beso más apasionado y
fugaz.
(1) no sabía cómo responder. A parte de que estaba nerviosa
por la situación, era su primer beso. El paso sus manos por su espalda,
masajeándola. Se separaron segundos después al quedarse ambos sin respiración.
(3) sonrió, le dio un beso en la frente y se levanto de la
cama, apagando las luces cuando salió de la habitación.
¿Qué había sido eso? ¿Acaso no le había gustado el beso y se
había ido así de deprisa? ¿O no quería llegar a más? Esas preguntas rondaban
por su cabeza, sintiendo una fuerte opresión en el pecho. Varias lágrimas se
deslizaron por sus mejillas. Apretó fuertemente las sabanas y empezó a llorar
en silencio.
(3) aun seguía pegado a la puerta, mirando el suelo, oyendo
los pocos sollozos de la chica. Sabía que había hecho mal en salir de esa
manera, pero no le quería hacer daño. Ni el mismo sabía lo que estaba haciendo
con ella. Todo esto era temporal, lo sabía, solo hasta que ella volviera a su
país, entonces… no la vería mas.
Se rasco la cabeza frustrado y se encerró en la habitación
de un portazo.
-Si no hubiera parado…- pensó en el beso y en lo que había
sentido cuando la estaba besando. Si no hubiera parado hubiera hecho como todas
las demás, utilizarla y después dejarla, pero no lo quería así, ella era
especial. Apretó los puños con fuerza y le dio un golpe a la pared. ¿En que se
había convertido? En un buen hombre seguro que no…
Waaaaa me ha encantado!!!!! *______* Cómo echaba de menos el fic!
ResponderEliminarasgasdasgas TE AMO!!! *OOOOO* arigato~ *^* ♥♥♥♥♥
ResponderEliminarGenial!! esta simplemente genial >.<
ResponderEliminarNyaaaaaaaaaaaaaaaa!♥ Encontré tu blog y es tan lindo ♥ ヘ(≧▽≦ヘ)♪
ResponderEliminarEn especial el fic!! (*´▽`*) Lo amé, me lo leí todo en una noche (*^ー^*)
Espero lo continúes pronto, escribes genial!! (^ω^)
~BaiBai~
*OOOOOOOOOOO* ando necesitada de contii!! xD aswdas ♥♥♥ es genial :'DD amo este fic!! arigato nee x3
ResponderEliminarwooow perdon por no haber comentado antes
ResponderEliminarpero desde hace tiempo buscaba un fic y encontre tu blog!
y me gusto mucho !! gracias!! ^^
espero con ancias la continuacion,(va a ver continuacion?)
GRACIAS!! ^^